Los horarios en la aplicación y el tiempo real de embarque y despegue no coincidían. Había una diferencia de 30 minutos o más. Aparte de eso, fue una experiencia encantadora. Las azafatas eran amables y serviciales. Además, muy bonitas, aunque eso no importa en absoluto. Los pequeños sándwiches y cajas de aperitivos que se proporcionaron eran muy sabrosos. ¡Volvería a volar con fastjet sin dudarlo!