No es culpa del personal de Frontier: el avión llegó muy tarde, alcanzó Orlando a la 1 am, y tardó un tiempo en llegar el equipaje. El clima, el impacto del cierre financiero del gobierno en la TSA, y los controladores aéreos parecían tener múltiples vuelos retrasados. El personal de Frontier parecía sobrellevar la situación de la mejor manera posible. Me tranquilizó saber que yo y mi nueva cadera podíamos adaptarnos a los desafíos de viajar. La comida y el entretenimiento fueron irrelevantes para mi viaje.