En Tirana fue una locura facturar y que te llevaran en autobús a otra puerta de embarque. Las dos escalas en Alemania fueron aduanas intensivas pero organizadas, pero eso no fue problema de las aerolíneas. La tripulación de los aviones era fabulosa. Los anuncios no eran fáciles de entender en inglés. La aduana en EE.UU. fue rápida. Esperamos el equipaje, tres aviones que llegaban más tarde ya tenían su equipaje y salieron antes que nosotros.