Las larguísimas colas en la aduana eran caóticas y estresantes. También crearon mucho estrés entre los pasajeros. Incluso peleas y amenazas. La comida caliente que compré estaba fría, apenas comestible. El personal de facturación y la tripulación eran agradables y el piloto bueno, pero la experiencia en general fue muy decepcionante. Los pasajeros seguían insultándose a la llegada.