Lo pasé muy bien, pero cuando reservé mis billetes, elegí mis asientos. Había elegido asientos específicos. Cuando hice la facturación, me enteré de que mis asientos ya no estaban disponibles y que me habían asignado asientos aleatorios. No me importó en el vuelo de Toronto a Filadelfia, pero en el de Haneda a Toronto me sentí muy incómodo en un asiento central en lugar de uno de pasillo.