El hall de inmigración en Ámsterdam estaba con poco personal, por lo que el control de pasaportes fue más lento de lo que debería ser en un aeropuerto importante. Necesitan poner en funcionamiento los lectores automáticos para los titulares de pasaportes no pertenecientes a la UE. Esperar en la fila después de un largo vuelo se siente un poco abusivo.